La mayor tragedia naval española en tiempos de paz: el Valbanera
Cuando los marineros vieron la errata en el nombre del navío, comenzaron a presagiarse lo peor. Una de las joyas del imperio construido por la Naviera Pinillos había confundido el nombre de la santa madre a la que se pidió bendiciones para el futuro del buque: la Virgen de la Valvanera, venerada en La Rioja y de especial devoción por la familia empresaria. Al estampar el nombre en el casco del barco alguien confundió la be por la uve. Mal asunto.
El Valbanera fue astillado en Glasgow en 1906. Sus dimensiones alcanzaban los 132 metros de eslora y casi los 15 de manga. Pesaba algo más de 5000 toneladas y su caballaje podía alcanzar una velocidad de crucero de 12 nudos, algo nada desdeñable para la época. Su carga máxima de 1200 pasajeros comenzó a rebasarse y a dar problemas dos meses antes de la catástrofe.
El 16 de julio de 1919, el navío arribó al Puerto de La Luz, en Las Palmas, procedente de Cuba, con 1600 pasajeros a bordo. Es decir, 400 más de los permitidos los cuales viajaron hacinados en cubierta sin la alimentación suficiente y soportando como podían las inclemencias del tiempo durante los 14 días que duró la travesía.
En ese tiempo se desató una epidemia de gripe que acabó con la vida de 30 personas cuyos cuerpos fueron arrojados al mar. A su llega a Las Palmas, la reacción popular y de la prensa no se hizo esperar. El pueblo intentó en varios ocasiones linchar al capitán mientras los periódicos locales pedían su procesamiento. Lo curioso es que Naviera Pinillos sí destituyó al Capitán, pero no por considerar que hubiera hecho nada ilegítimo sino porque este denunció a la empresa por obligarle a asumir mayor carga de la debida.
El nuevo capitán
Ramón Martín Cordero, de 34 años de edad y con ocho años cotizados en favor de la Pinillos, fue el sustituto. La Naviera nunca fue condenada y continuó así con sus prácticas mercantilistas en contra de la seguridad.
El 24 de Junio de 1919 una nota publicitaria aparecida en el periódico tinerfeño ‘La Prensa’ rezaba “el moderno y rápido vapor de dos hélices y ocho, mil toneladas Valbanera, pasará por este puerto con destino a los de Santiago de Cuba y Habana en la primera quincena de Julio próximo, admitiendo pasajeros y carga, debiendo dirigirse las solicitudes de hueco con la oportunidad debida, al agente de la Compañía en esta Plaza”.
El 10 de Agosto de 1919 el buque, al mando del Capitán Ramón Martín Cordero, zarpó de Barcelona. Y el 17 de agosto hace escala en Las Palmas donde embarcaron 259 pasajeros. El precio de un billete alcanzaba las 1250 pesetas, aunque los más humildes podían embarcar al coste de 75 pesetas con un billete de clase “Emigrantes”. Éstos viajaban sin ningún tipo de intimidad en los entrepuentes de las bodegas, hacinados en hileras de literas metálicas de varios pisos. Un día después, ya en Tenerife, subieron al buque otros 212 pasajeros. Y el 21 de de agosto, en el puerto de La Palmas embarcaron otros 106 pasajeros. Tras salir de La Palma, algunos historiadores especulan que el Valbanera perdió, en una maniobra brusca, una de sus anclas. Para los marineros esto también se interpretó como símbolo de mal porvenir.
El desenlace
Tras desembarcar en Santiago de Cuba, el 5 de septiembre el navío se dirige a La Habana con 488 personas a bordo. Nadie podía prever, ni el Capitán Cordero ni la tripulación del Valbanera, que se estaban dirigiendo al ojo de un huracán que se estaba formando en ese mismo instante en el Golfo. Inmersos ya en la zozobra, el barco trató de arribar al puerto de La Habana, pero al llegar se encontró con un puerto cerrado debido al propio ciclón. Ahí, el capitán decidió trasladar el barco a alta mar e intentar aguantar las corrientes sorteando las bravura de las olas.
Desde las torres de vigilancia se veían las luces del barco y su vaivén hacia las profundidades. En la noche del 9 al 10 de septiembre de 1919, el Valbanera naufragó a causa de la tormenta. Murieron 488 personas, de los cuales al menos 408 era canarios. Algunos eran vecinos del municipio de Tías y de otros pagos de Lanzarote.
No hubo supervivientes. Cuando los canarios desembarcados en Santiago se enteraron de la noticia se apresuraron a escribir a sus familias. La noticia llegó a las islas el 23 de septiembre, aunque el desconcierto de quién había muerto y quién no se mantuvo durante largo tiempo porque las autoridades se negaban a dar la lista de pasajeros que sí habían desembarcado antes de la tragedia. Quizás para ocultar el exceso de carga y evitar así una posible sanción judicial.
Son muchas las leyendas que surgieron sobre el Valbanera. En Estados Unidos, el Valbanera es conocido como el “Pecio de las Putas”, ya que entre pescadores de Key West se dice que al buque no se le permitió entrar en La Habana porque a bordo viajaba un amplio grupo de prostitutas. También se conoce al Valbanera como el “Titanic Canario”.
En la actualidad, los restos del Valbanera son visibles a marea baja en el extremo oriental de los Cayos de la Florida. De los casi quinientos muertos que perecieron bajo el ciclón solo fue encontrada una cabeza por parte de unos pescadores americanos.