El musical ‘Desolvido’ lleva a El Salinero un mundo distópico en el que se prohíbe la cultura

Canciones de Queen, Metálica, Led Zeppelin o Adele, todas ellas adaptadas, formarán parte del repertorio que nos guiará por el argumento de “Desolvido”, el musical producido por el Centro Insular de Enseñanzas Musicales de Lanzarote, dependiente del área de Cultura del Cabildo de Lanzarote, y que podrá disfrutarse en el Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero” los próximos días 2 y 3 de julio.

El equipo artístico y técnico del musical, formado por casi un centenar de personas, trabaja a marchas forzadas en el Teatro El Salinero para tenerlo todo listo para el día 1 de julio, cuando la obra presente a los familiares de los alumnos y alumnas del CIEM, y para los días 2 y 3, cuando se hagan los pases para el público en general. Aunque desde la organización informan de que ya se han agotados las entradas para el día 2 y solo quedan para el sábado 3 de julio.

Docentes, alumnado y ex-estudiantes se afanan en montar toda la escenografía y ensayar las piezas de baile y musicales de un espectáculo ideado por Iván Curbelo y Ilona Yavorskaya y producido por Ubai T. Alemán y el CIEM del Cabildo de Lanzarote.

En la puesta en escena interviene la Banda de Música Moderna del CIEM, conformada por un total de 23 músicos de cuerdas, viento, percusión y teclados. Además, interviene la asociación Teatro de la Danza de Lanzarote (TEDALA), coordinados por Ilona Yavorskaya, quienes se encargan de la parte de danza e interpretación. Además, en las voces y actuación participan vocalistas como Beni Ferrer, Elvia Plata, Aday Sanfiel. Cecilia García, María Félix Duque, Anthony Martín Duran, etc.

Enfrentamiento con los robots

Los robots guardan el orden y prohíben la cultura en el mundo distópico en el que transcurre el argumento de “Desolvido”. El musical narra el conflicto entre dos mundos: un gris, oscuro, pesimista, en el que la música, la diversión y la cultura están prohibidos, y en el que varios robots se encargan de vigilar que se cumplen con las normas; y otro mundo colorista, mágico, en el que la alegría y la música lo inundan todo. Los cuatro protagonistas –Coco, Marc, Dani y Ray– tendrán que enfrentarse a un montón de problemas, en los que aparecerán momentos de humor, tensión, tristeza o amor.

Todo ello, con una escenografía original, creada específicamente para este proyecto, que combinará ambos mundos con maestría y que servirá para introducir al público en el meollo de la historia.