El espectáculo rosado que inunda Lanzarote cada final de primavera

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Fotografías: Irene González

El final de la primavera puede traer consigo muchas cosas. Las ganas acumuladas de descanso por el trasiego del año, la nostalgia de sensaciones de veranos pasados o el temor de no saber sobrellevar el bombardeo de piezas televisivas explicando que en tal ciudad hace calor cuando, efectivamente, siempre ha hecho calor en tal ciudad en esta época del año.

Desde mayo y hasta finales de junio, sumándose al crepúsculo primaveral, acaece en Lanzarote un suceso digno de observar durante largos paseos acompañando a la naturaleza de la isla. La floración del Bejeque de Lanzarote inunda de tonos rosáceos la aridez posotoñal de muchas zonas de la isla.

Conocido también como Bejeque de Malpaís, se trata de una especie endémica de Lanzarote. De hecho, su nombre científico en latín es Aeonium lancerottense, denominado así por el naturalista e historiador irlandés Robert Lloyd Praeger en el número 190 de la revista botánica ‘Sempervivum’ en el año 1932. Curiosamente el género de plantas Aeonium recibe su nombre de la palabra griega ‘aionion’ cuyo significado es, precisamente, “siempre viva”. El epíteto ‘lancerottense’ no merece mayor explicación para el lector.

Se puede observar de forma abundante en los andenes, riscos, barrancos, laderas y peñas localizaos en el Macizo de Famara, con especial incidencia en los entornos de los pueblos de Mozaga y Masdache donde ha colonizado ampliamente. De manera algo más dispersa se puede encontrar en entornos agrícolas, tanto al norte como en el centro de la isla (las imágenes que acompañan al artículo han sido tomadas en Caldera Llana, en el pueblo de San Bartolomé), al amparo de los desprendimiento de rocas cercanos a las zonas de cultivo. Es abundante en cotas en torno a los 200 metros de altura, aunque puede encontrarse desde los 50 metros al abrigo del viento.

Taxonómicamente nos encontramos con un arbusto perenne, de menos de 75 centímetros de altura, con tallos ramificados. Sus flores en forma de dientes triangulares acompañan a los pétalos de márgenes rosados, casi blancos, y cuyo interior explota en un rosa mucho más intenso. Aunque aún no han sido estudiadas sus aplicaciones, no es descartable que tenga propiedades antinflamatorias, como el de otras especies del género de los veroles.

El Bejeque de Malpaís es una especie protegida por el Gobierno de Canarias, quedando sometidos a previa autorización del Área de Medioambiente del Cabildo de Lanzarote el arranque, recogida y corta del arbusto, cultivo en vivero, traslado entre islas, introducciones y reintroducciones.

Esta época del año, hasta el comienzo del verano donde comienza su época de fructiferación, es la mejor (la única) para disfrutar con respeto de este espectáculo de color rosa.

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